No, no te lo estás imaginando: el agua de Bloomington ha vuelto a adquirir un sabor y olor extraño.
El martes, la Ciudad de Bloomington confirmó que las pruebas recientes muestran un aumento en los compuestos que afectan el sabor y el olor del agua. Los funcionarios dijeron que están tomando varias medidas para abordar este problema recurrente.
Las autoridades municipales culparon a las recientes condiciones de sequía, incluyendo una "falta significativa de lluvias [que] ha causado que el nivel del agua del lago Bloomington baje más de un pie". Normal, por ejemplo, solo tuvo 1 pulgada de lluvia en agosto, 2.8 pulgadas menos que el promedio. Estas condiciones podrían estar contribuyendo al notable retorno de este sabor y olor desagradables.
En respuesta, la ciudad dijo que ha "activado un tratamiento temporal con carbón activado en polvo (CAP)", que se utiliza para controlar o eliminar sabores, olores y químicos orgánicos. Se espera que esto reduzca los niveles en el transcurso de la semana. La ciudad también ha comenzado a complementar el suministro del lago Bloomington mezclando agua del lago Evergreen, que actualmente presenta niveles más bajos de estos compuestos.
"La falta de lluvia este verano ha impactado claramente nuestro suministro de agua, y nuestro personal está tomando las medidas necesarias para mantener la calidad de nuestra agua", dijo el alcalde Dan Brady en un comunicado. "Agradecemos la paciencia de la comunidad mientras estos tratamientos y ajustes surten efecto".
Este problema surge después de un largo período de problemas de sabor y olor en el agua de Bloomington a finales del invierno y principios de la primavera, que molestó a los residentes y afectó a los negocios. Desde entonces, la ciudad ha gastado cientos de miles de dólares en materiales para resolver el problema. A finales de marzo, la ciudad trató partes de los lagos Bloomington y Evergreen para controlar el crecimiento de algas. La ciudad dijo que las condiciones climáticas inusuales del invierno pasado, incluidos los bajos niveles de agua, provocaron una proliferación inesperada de algas en enero.
Esta historia fue escrita en inglés por un ser humano y luego traducida al español con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial. Posteriormente, esa traducción fue revisada y editada por un ser humano.